EL FREISNU

EL FREISNU

Uno de nuestros parajes más misteriosos y emblemáticos de la zona es El Freisnu. Dominando los valles del Cubia y del Narcea, con unas impresionantes vistas cuando el cielo está despejado, y atravesado por el Camino de Santiago, no es de extrañar que sea desde la antigüedad un lugar de fervorosa devoción.

El santuario que observamos hoy en día, dedicado a la Virgen del Fresno, se construyó en los siglos XVII y XVIII. Hubo al menos otro templo más antiguo donde hoy se encuentra el cementerio. Todo nos indica que probablemente haya sido un lugar sagrado desde la antigüedad, no solo por su situación geográfica, sino por el hecho de estar asociado a un árbol, como tantas iglesias parroquiales construidas junto a tejos o acebos para cristianizar lugares de culto paganos. Es famoso su novenario, en el mes de septiembre, al que acuden multitud de fieles. Junto al templo se puede observar un antiguo crucero presidiendo el valle tras él.

Como testigo del misterio del lugar, existe una leyienda, que recoge Álvaro Fernández de Miranda en "Grado y su concejo" (1907):

En los anales del Fresno se registra la historia de una nereida, hada, ondina, xana o cosa así, encanto del lugar, que dio en el estrambótico capricho de probar de su amante, soltándole inopinadamente un culebrón y además un toro de fuego, ante cuyas bestias huyó, naturalmente, despavorido el galán, por lo que la dama, indignada, le despreció, marchándose para no volver y causando la desesperación del amante, que murió de pena, maldiciendo su cobardía.

 


 

 

 

 

 

 

 

 

One of our most mysterious and emblematic spots in the area is El Freisnu. It overlooks the Cubia and Narcea valleys, having breath-taking views when the sky is clear, and is crossed by the Way of St. James, so it is not surprising that it has been a place of great devotion since ancient times.  


The sanctuary we see today, dedicated to “Virgen del Fresno”, was built in the 17th and 18th centuries. There was at least another, older temple where the cemetery stands today. Everything indicates that it has probably been a sacred place since ancient times, not only because of its geographical location, but also because it is associated with a tree, like so many parish churches built next to yews or holly trees to Christianise pagan places of worship. It is famous for its novena, in the month of September, which is attended by many worshippers. Next to the church, an ancient cross can be seen dominating the valley behind it. 


As a witness to the mystery of the place, there is a legend, recorded by Álvaro Fernández de Miranda in “Grado y su concejo (1907)”. 


In the annals (concise historical record in which events are arranged chronologically, year by year) of El Fresno, there is a recorded story of a nereid, fairy, undine, xana or something like that, a local enchantment, who gave into the strange whim of tasting her lover, unexpectedly releasing a snake and also a fire bull, from whose beasts the gallant fled, naturally, terrified. The lady, indignant, scorned him, leaving never to return and causing the lover despair, who died of grief, cursing his cowardice.