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PUEBLOS PARA VISITAR

 

Dejando atrás la actividad y los atractivos de la villa de Grau/Grado, nos encontramos un concejo repleto de lugares de interés en los que se combina la historia, el patrimonio etnográfico, la vida rural y el paisaje autóctono. ¡No dejes pasar la oportunidad de conocer cada uno de ellos!

 

BASELGAS

Si eres de los que disfrutan de descubrir rincones bonitos de Asturias, tienes que visitar Baselgas.

Al sur del concejo de Grau/Grado, a unos 15 km de la villa, se encuentra este pueblín por el que parece que no pasa el tiempo. Presume de tener una curiosísima concentración de hórreos y paneras, distribuidas entre encantadoras casas de piedra. Además, al estar rodeado de paisaje autóctono y alejado de las carreteras principales, podemos afirmar que tiene unas de las mejores vistas de la zona. Bajo uno de sus hórreos aún se puede observar un pisón de rabil (ingenio de madera para desergar la escanda).

Para llegar desde la villa de Grau/Grado, toma la AS-313 en dirección Sama durante 9,5 km aproximadamente y luego el desvío a Baselgas a la derecha. La carretera desde el desvío hasta Baselgas está en buen estado pero debe conducirse con precaución porque hay varias curvas cerradas.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

EL FREISNU

Uno de nuestros parajes más misteriosos y emblemáticos de la zona es El Freisnu. Dominando los valles del Cubia y del Narcea, con unas impresionantes vistas cuando el cielo está despejado, y atravesado por el Camino de Santiago, no es de extrañar que sea desde la antigüedad un lugar de fervorosa devoción.

El santuario que observamos hoy en día, dedicado a la Virgen del Fresno, se construyó en los siglos XVII y XVIII. Hubo al menos otro templo más antiguo donde hoy se encuentra el cementerio. Todo nos indica que probablemente haya sido un lugar sagrado desde la antigüedad, no solo por su situación geográfica, sino por el hecho de estar asociado a un árbol, como tantas iglesias parroquiales construidas junto a tejos o acebos para cristianizar lugares de culto paganos. Es famoso su novenario, en el mes de septiembre, al que acuden multitud de fieles. Junto al templo se puede observar un antiguo crucero presidiendo el valle tras él.

Como testigo del misterio del lugar, existe una leyienda, que recoge Álvaro Fernández de Miranda en "Grado y su concejo" (1907):

En los anales del Fresno se registra la historia de una nereida, hada, ondina, xana o cosa así, encanto del lugar, que dio en el estrambótico capricho de probar de su amante, soltándole inopinadamente un culebrón y además un toro de fuego, ante cuyas bestias huyó, naturalmente, despavorido el galán, por lo que la dama, indignada, le despreció, marchándose para no volver y causando la desesperación del amante, que murió de pena, maldiciendo su cobardía.

 


 

 

 

 

 

 

 

 

PEÑAFLOR

Pocos rincones encontraréis en Asturias con tanta historia como Peñaflor, en el límite de Grado, Candamo y Las Regueras.

Su privilegiada situación, que constituye el vado más estrecho del río Nalón, convirtió a la localidad en paso obligatorio del Camino Primitivo de Santiago desde el siglo IX, cuando fue testigo del primer peregrinaje a la tumba del apóstol por el rey asturiano Alfonso II.

Poco más de un siglo después, en el año 1144, el rey Alfonso VII y su esposa doña Berenguela mandaron erigir un puente, una capilla y un hospital de peregrinos. De estas construcciones apenas nos queda el puente, aunque ha sido reconstruido en diversas ocasiones debido a los enfrentamientos bélicos y a la constante amenaza del Nalón, que arrasó la población no pocas veces e incluso provocó que algunos vecinos llegasen a amarrar los hórreos a los árboles.

La iglesia de San Juan, aunque reformada, aún conserva señales de su primitiva fábrica románica, como el ajedrezado de su pórtico. Fue iglesia de asilo y en ella pudieron refugiarse perseguidos y delincuentes arrepentidos “acogiéndose a sagrado”. 

Al gozar Peñaflor de una posición tan estratégica, fue protagonista de numerosos enfrentamientos bélicos y en época de guerra siempre estuvo ocupada por uno u otro bando. Durante la guerra de la Independencia, se dice que los franceses subieron hórreos a las peñas para usarlos como albergues y garitas, pero que terminaban hundidos al ser aserrados los pegoyos por los vecinos del lugar. Vivió también una escaramuza en la guerra carlista y en la guerra civil fue una vez más un lugar muy codiciado, al constituir un punto estratégico en el famoso pasillo de Grado. 

Además de los atractivos ya citados, en Peñaflor se encuentras interesantes hórreos dispuestos en hilera, casonas como la de la Obispalía e incluso una casa de indianos, Villa Carmen Marcelino, en la carretera general.

Nota para visitantes: Peñaflor se encuentra a solo 3 km de la villa de Grado, distancia que se puede recorrer a pie por un camino asfaltado. También se puede acceder en Ferrocarril FEVE y cuenta con una parada en la línea de autobús ALSA Oviedo-Grado (paradas). Al otro lado del puente, existe un bar/restaurante para descansar y recuperar fuerzas.


 

 

 

 

 

 

 

 

SAMA

El valle de Sama bien merece una visita. En él se encuentra disperso un importante núcleo de población, que junto al paisaje autóctono representa uno de los lugares más atractivos del concejo.

Además del entorno idílico, en Sama se pueden observar curiosos y variados hórreos y paneras, arquitectura tradicional, casonas y palacios como el de Vallinas y La Mouta y hasta una escuela indiana.

Se trata del Grupo Escolar María Josefa, hoy sede del Museo Etnográfico de Sama. Se construyó en los años 30, financiado por el indiano Adolfo Prieto y destaca porque está adornado con un curiosísimo conjunto de azulejos, únicos en Asturias, en los que se pueden ver escenas de El Quijote, además de dichos y refranes.

Si quieres visitar el Museo EtnoGráfico de Sama, llama al 607 393 196.

 

 

 

 

 

 

 

TOLINAS

Tolinas es un auténtico pueblo asturiano, un lugar sencillo pero lleno de atractivos para todo aquel que disfrute de nuestro patrimonio etnográfico y natural.

Se encuentra unos 27 km al sur de la villa de Grau/Grado, muy cerca del nacimiento del río Cubia, que atraviesa nuestro concejo de sur a norte. Cuenta, por lo tanto, con un entorno natural privilegiado y el recorrido hasta llegar a él está repleto de vistas sorprendentes de valles y montañas (Ruta del río Cubia).

La encantadora arquitectura tradicional de las diferentes viviendas de Tolinas se complementa con sus hórreos y paneras, una fuente-lavadero con abrevadero y Ca Corro, una casona del s. XVII con escudo, palomar, capilla y un hórreo que data del siglo XVI.